Editorial
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Resumen
La situación actual de los adultos mayores está marcada por carencias que generan situaciones de injusticia, que deben ser atendidas y reparadas, tanto en las oportunidades de vida que les ofrece la sociedad en que viven, como en el escaso papel que se les permite asumir en el diseño e implementación de los cambios destinados a ellos. Las modificaciones por realizar no se definen como un otorgamiento de beneficios, sino que, como derechos exigibles por los afectados y deberes a ser asumidos por el Estado y la sociedad. Estas nuevas miradas se acentuaron en el período de pandemia entre los años 2020-2021. Estando claro que la condición de vida de la población mayor varía, tanto según el nivel de oportunidades de acceso a bienes, servicios y significaciones culturales que les ofrecen sus respectivas sociedades, como según las particulares formas de inserción de los sujetos en ellas, acorde con su nivel socioeconómico y su género. Por consiguiente, la heterogeneidad es una característica que marca la realidad del proceso de envejecer, situación que también se evidenció en el contexto de confinamiento y aislamiento, inédito en sociedades contemporáneas a nivel mundial.